• joaceved ha publicado una actualización hace 7 años, 2 meses

    Estimados amigos:
    Quiero complementar lo que dije hace algún tiempo sobre el libro de François Fédier «Voz del amigo», publicado por Ediciones de la Universidad Diego Portales de Santiago de Chile en 2017.
    François Fédier nació en 1935. Ha sido discípulo de Jean Beaufret y Martin Heidegger. Está encargado de la publicación de la Edición Integral (Gesamtausgabe) de este último en la Editorial Gallimard de París. Él mismo ha traducido, entre otros mucho textos de Heidegger, el volumen 65 de la Edición Integral: «Apports à la philosophie. De l’avenance» ; además, sus Écrits politiques . Sea dicho de paso, vertió al francés la única carta de Heidegger a Jean-Paul Sartre . Entre sus numerosas obras se cuentan Interprétations , Heidegger: anatomie d’un scandale , Soixante-deux photographies de Martin Heidegger , Regarder Voir , Voix de l’ami , Entendre Heidegger et autres exercices d’écoute . La mayor parte de los textos que se reúnen ahora bajo el título Voz del amigo han sido extraídos de estos tres últimos escritos.

    Varios de sus cursos han sido recogidos en libro; entre ellos: «La raison. Note sur la norme. Pour commencer à lire le Phèdre de Platon», «La métaphysique. La finalité. Le bonheur. Le modèle», «Leibniz. Deux cours». «L’art en liberté. Cours de philosophie», «Le temps et le monde. De Heidegger à Aristote», «Lire Platon. Quatre leçons sur le Ménon». L’Imaginaire. «L’humanisme en question. Pour aborder la lecture de la Lettre sur l’humanisme de Martin Heidegger».

    Los tres primeros han sido publicados por Lettrage Distribution; los siguientes tres, por Pocket; el séptimo, por Éditions du Grand Est; el último, por Les Éditions du Cerf. Esta editorial ha publicado recientemente Le Dictionnaire Martin Heidegger, bajo la dirección de Philippe Arjakovsky, François Fédier y Hadrien France-Lanord. No se trata de una obra que sea sólo de consulta. Su contenido tiene tal riqueza filosófica que induce a leerla como un texto de gran nivel filosófico, cuyo diálogo con él nos lleva a pensar por nuestra cuenta.

    Otras obras colectivas en que ha participado son, por ejemplo, el Cahier de l’Herne acerca de René Char, el que se dedica a Heidegger, el referido a Hölderlin, el libro Heidegger, à plus forte raison .

    Los escritos de Fédier guían nuestra atención hacia los asuntos de la mayor importancia. A continuación, nos da claves de intelección que nos permiten entender tales asuntos. Muchas veces estas claves nos muestran que los conceptos habituales de que echamos mano tienen que ser sustituidos por otros más adecuados. Así ocurriría con el concepto de esencia, puesto en juego con mucha frecuencia por Heidegger. Su conferencia «La pregunta por la técnica» resulta ininteligible si seguimos apegados a lo que normalmente se entiende por esencia en filosofía. «Después de la técnica», recogido en este libro, despeja el camino hacia una interpretación de la esencia que permite una recta intelección tanto de esa conferencia como de numerosos otros textos del filósofo de la Selva Negra, que van tras la esencia de la técnica moderna.

    Fédier nos enseña, pues, qué mirar y cómo verlo. Selecciona cuidadosamente lo que hay que mirar —desviándonos de lo que no vale la pena mirar— y nos ayuda a manejar el arte del matiz, tan propio de la filosofía, para ver eso de la mejor manera. En otras palabras, nos enseña, por lo pronto, a leer, tarea más dificultosa de lo que habitualmente se cree. A propósito de esto, Fédier nos recuerda una confesión de Goethe: Tengo ochenta años y solamente ahora comienzo a saber leer. Esa buena gente no sabe cuánto esfuerzo y tiempo cuesta aprender a leer. He empleado ochenta años de mi vida en ello, y no puedo decir aún que he alcanzado mi objetivo .

    A Hadrien France-Lanord debemos un breve bosquejo de la figura de Fédier. Él, dice, pertenece a la tradición de esos grandes filósofos franceses que, como Alain o Jean Beaufret, consagran lo esencial de su tiempo no tanto a publicar libro tras libro para asegurar la difusión planetaria de su carrera, sino más bien a transmitir un saber a través de un aprendizaje en que la integridad del ser humano se ve comprometida. En pocas palabras, consagran lo esencial de su tiempo a educar a las generaciones jóvenes. La influencia de esta verdadera educación es tanto más profunda en la medida en que es menos visible dentro de la neblina exageradamente ilustrada, deslumbradora y enceguecedora de la agitación pública. Y ella es lo bastante rara como para merecer ser aclamada en una época en la que “aquellos que se apasionan por la escuela” olvidan decir, simplemente, lo que es: el espacio donde puede desplegarse lo que los Antiguos llamaban scholé , a saber, el ocio , tiempo libre o la vacación que da al pensamiento la ocasión de tomar contacto con los fenómenos. Y esto, en completa libertad, es decir, sin programa, sin un plan trazado de antemano, sin la opresión de las estadísticas y al abrigo del aporreamiento de la rentabilidad a cualquier precio .

    En su epílogo al libro mencionado, Éric Solot recuerda que “ocio” no significa “reposo”, sino “estudio” y, por tanto, “trabajo” .

    Además de los escritos reunidos en este volumen, se puede hallar en castellano otros textos de Fédier. En primer lugar, algunos protocolos del «Séminaire sur le Sophiste», efectuado en la Sorbonne (2007-2008), dirigido por Christos Clairis y François Fédier. En versión bilingüe, apareció en 2009 bajo el sello editorial de la Escuela de Arquitectura y Diseño de la Universidad Católica de Valparaíso, siendo sus traductores Miguel Eyquem y Pablo Ortúzar. Como hacen notar, Fédier ha visitado Chile en algunas ocasiones. En 1965 participó en la primera travesía de Amereida y es uno de los fundadores de la Ciudad Abierta.

    En segundo lugar, dos ensayos recogidos en Regarder Voir: «…Ver bajo el velo de la interpretación… (Cézanne y Heidegger)» y «Hölderlin Revolución Modernidad», publicados por el Instituto de Arte de la Universidad Católica de Valparaíso sin indicar fecha de edición; probablemente, aparecieron en torno a 1995.

    Es preciso hacer notar que Fédier ha traducido también, y muy especialmente, a Hölderlin, y en esta misma línea de trabajo le debemos Hölderlin et Heidegger , de Beda Allemann.

    Hago notar, además, que dos textos que constituyen Voz del amigo no han sido recogidos en libros o revistas en el ámbito de lengua española: «Técnica moderna y arquitectura moderna» («Technique moderne et architecture moderne») y «Martin Heidegger y el mundo judío» («Martin Heidegger et le monde juif»). Son, pues, una primicia que ofrecemos a los lectores hispanohablantes.

    Una bibliografía suya que abarca hasta el año 2001 —fecha en que pasa a retiro como profesor— se halla en «La fête de la pensé. Hommage à François Fédier» , obra editada por Hadrien France-Lanord y Fabrice Midal.

    La primera parte de «Voz del amigo» fue dedicada por Fédier, Jaime Sologuren y por mí al gran filósofo chileno Humberto Giannini Íñiguez, quien me honró con su amistad. Apareció en el libro de homenaje Humberto Giannini: filósofo de lo cotidiano. En un texto titulado «Amigos», se refiere a cuatro caminos hacia la amistad recorridos por él. Uno de ellos lo bosqueja diciendo que uno de esos camino para comprender la amistad es el que describe a continuación: “a propósito de un hermoso escrito de François Fédier, «Voz del amigo», Jorge Acevedo y Jaime Sologuren, traductores del escrito, el día en que yo recibía un reconocimiento universitario me hicieron entrega del texto con una emotiva dedicatoria. Lo recibí como expresión cierta de una amistad sólida, profunda, compartida en un período de desintegraciones como lo fue el largo tiempo de la dictadura, y compartida también en estos tiempos”. Estas palabras las pronunciaba mi amigo el 9 de abril de 2014. Murió en Santiago, al atardecer del 25 de noviembre de 2014, dejándonos en un estado de desolación que, como él querría, procuramos que en algún momento dé frutos tanto filosóficos como cordiales.

    He tenido la fortuna de tener algunos encuentros personales con Fédier. Se trata de mi asistencia a tres seminarios que él impartió. Uno sobre las tesis a Feuerbach de Marx, otro sobre Arthur Rimbaud y un tercero sobre «ser y pensar» en Heidegger, que hizo pie en una «Carta a un joven estudiante» —epílogo de su conferencia «La cosa»—, texto que, para esa ocasión, volvieron a traducir Francisco Soler y Fédier, con la cooperación de la filósofa chilena María Teresa Poupin Oissel, prematuramente desaparecida (Santiago, 1944-Madrid, 1994). Esa versión está recogida en el libro de Heidegger Filosofía, Ciencia y Técnica . Aunque redacté un protocolo del seminario sobre «ser y pensar», con la intervención del poeta Godofredo Iommi, avatares inherentes a la vida “académica” impidieron que viera la luz pública prontamente. Aparecerá en la primera entrega de 2017 de la revista Mapocho, de Santiago: el número 81.

    Jorge Acevedo Guerra
    Profesor titular
    Departamento de Filosofía
    Facultad de Filosofía y Humanidades
    Universidad de Chile

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